jueves, 25 de septiembre de 2008

Antes de señalar...

...debo recordar que mientras que un dedo apunta hacia los demás, hay tres que todavía me apuntan a mí.
Por eso, comienzo por casa. O mejor dicho, por mi familia.
Situación:
Miércoles, 24 de septiembre...
Cementerio...
Despedíamos a la mamá de una amiga muy querida...
Mi hijo y dos de mis sobrinos se habían ido a vagabundear entre las tumbas...
El sepelio termina, y mientras nos dirigíamos a los autos y nos despedíamos de la gente, me recuerdan llamar a los nenes para que vinieran, porque ya nis íbamos...
Otro sepelio, de gente que no conocíamos, había comenzado...
Voy...
Los llamo con el gesto de que me sigan...
Me siguen...
Me encamino hacia mi auto...
Llego hasta mi auto...
Me preguntan: "¿Los nenes?"...
Me doy vuelta para señalar por dónde venían...
No los veo...
Los busco con la mirada...
Y ahí los veo...
Uniformados con su ropa del colegio...
¡¡¡Paraditos al lado del cajón del otro sepelio, mirando cómo le echaban tierra, como si estuvieran viendo una película!!!
Desubicados...mal.
Y bue...
...desubicados como mocoso en entierro ajeno...
...o como chupete en la oreja.

Mx

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